La filtración por bolsa está especialmente indicada para aquellas aplicaciones en que los fluidos a filtrar tienen grandes concentraciones de contaminantes, o son fluidos que presentan grandes viscosidades, necesitándose para ello un medio filtrante que sea fácil de utilizar, que admita grandes caudales y con un coste de filtración lo más económico posible.
Consiste en hacer circular el líquido a filtrar a través de una bolsa filtrante que se encuentra alojada en un portabolsas, quedando los contaminantes retenidos en la misma.
Las bolsas pueden elegirse entre una amplia variedad de tamaños y materiales de construcción (polipropileno, poliéster) aprobados por la FDA y con un amplio rango de filtración (de 1 a 1000 micras), que se adaptan a cualquier aplicación a considerar.
Los portabolsas están disponibles en aleaciones especiales, acero inoxidable, acero al carbono y materiales poliméricos, y con diferentes tamaños, desde equipos de una bolsa a equipos multibolsa.